Los grupos de vicuñas que corren libres en estos paisajes apartados forman una de las postales más bellas del Parque Nacional Sajama.
La calidad extraordinaria de la lana de la vicuña hace que esta materia prima sea codiciada por los principales mercados textiles del mundo.
La vicuña es uno de los símbolos de la recuperación de la fauna andina y su hábitat natural ocupa territorios de países como Perú, Chile, Argentina y también Bolivia. Durante muchos años la caza furtiva y sin ningún tipo de control de estos animales llevó casi completamente a su extinción. El enorme valor de su pelaje supuso la condena de las vicuñas que fueron aniquiladas de manera indiscriminada, hasta que en los últimos años la institución de políticas ambientales de protección ha supuesto una neta recuperación del número de ejemplares en todo el arco andino. Una prueba de esto es bien visible en el Parque Nacional Sajama: hasta hace unos años, en todo el territorio de Curahuara de Carangas, se podían contar solamente unos 300 ejemplares, mientras que hoy pastan en las laderas del nevado Sajama más de 3000.
El hogar de estos animales son las praderas altas y desiertas de la cordillera; las vicuñas son los camélidos más pequeños del territorio sudamericano y por lo tanto más ágiles que las llamas y las alpacas, llegando a alcanzar una velocidad de 70 km por hora cuando corren en campo abierto. Son herbívoros, y como el resto de los camélidos de la región han demostrado una enorme capacidad de adaptarse a las tremendas condiciones físicas del territorio altoandino. El pelaje de la vicuña es en el mayor número de ejemplares de color café en los lomos y blanco en la zona central del pecho y las patas; la fibra que producen es una de las más finas del mundo, si bien su pelaje es muy denso lo que hace posible que estos animales permanezcan abrigados bajo la lluvia, la nieve y el frío.
En los últimos años, visto el éxito de las medidas que han llevado a la recuperación de la especie, los pobladores del lugar tienen derecho a aprovechar nuevamente la lana sensacional de las vicuñas. Aunque se trata de animales silvestres que viven libres en el territorio del parque, es posible capturarlos de manera temporal para su esquilado, respetando su vida. Hay que tener en cuenta que respecto a otros camélidos o las ovejas la vicuña produce un volumen mucho menor de fibra a lo largo de un año, lo que explica junto a la menor cantidad de especímenes, los precios estratosféricos de esta materia prima.
En el territorio del parque nacional te espera una experiencia única: podrás pasar unas horas rodeado por enteras familias de estos elegantes animales que gracias a la protección de la zona, han vuelto a ser los auténticos protagonistas del paisaje del Sajama.
Información adicional
Se recomienda durante su visita llevar ropa abrigada, lentes de sol, bloqueador solar, cámara fotográfica, guantes, chalina, chamarra que proteja del viento y lluvias, gorra, saco de dormir.
Dónde
Parque Nacional Sajama, municipio de Curahuara de Carangas, departamento de Oruro.
Transporte
En transporte público
Con minibuses desde La Paz hasta Patacamaya; desde allí tomar un microbus hasta el Parque Nacional Sajama. Se puede llegar solamente hasta la población de Lagunas, el punto más cercano de entrada al parque.
En transporte privado
Desde La Paz tomar la Autovía 1 La Paz-Oruro hasta Patacamaya; una vez allí dirigirse por la carretera 4 Patacamaya-Tambo Quemado hasta el desvío al parque; se ingresa por la primera o segunda entrada al área protegida Sajama identificada con la señalización.
Reglas de visita
Por tu salud y la salud de la población, recuerda cumplir con todos los protocolos y códigos de conducta de bioseguridad antes y durante tu estadía: llevar barbijos y desinfectante de manos, además de un botiquín de primeros auxilios, con protector solar y medicamentos para el mal de altura.
Durante tu visita recuerda proteger el patrimonio cultural y natural de la región.