La plaza principal de la Comunidad de Salinas de Garci Mendoza se distingue por una importante joya arquitectónica, la iglesia de San Pedro de Salinas, que fue construida por orden de los padres Agustinos en los primeros años del siglo XVII.

La iglesia es muy importante para los comunarios que desde siempre son fieles devotos a la Virgen María; por esta razón, aunque la iglesia está dedicada a San Pedro, justo al ingreso hay un simulacro de la Virgen que recibe las oraciones y los ruegos de los feligreses, que vienen hasta aquí desde todas las comarcas de la zona movidos por la fé y la devoción. 

El sabor colonial de su arquitectura está presente en todo el edificio: en su exterior llama la atención la fachada principal, que presenta una gran portada a forma de retablo completamente pintada de color celeste y enmarcada por columnas. En el interior la única nave aparece en su simpleza de líneas, con pequeños retablos laterales y uno mayor en el presbiterio. A los lados del altar mayor se abren dos grandes arcos que conducen a sendas capillas laterales. En una de ellas un retablo contiene la imagen de la Virgen de Copacabana, que tiene una enorme devoción en la comunidad, mientras que en la otra luce una imagen del crucificado. 

Esta simple iglesia con sus rotundas formas es el centro de la vida espiritual de la Comunidad de Salinas. Visitándola podrás conocer un poco más del carácter de este pueblo acogedor.